N o v e d a d e s – S a n g r í a T r a d i c i ó n . c o m
Amaya Cervera. En 2013, y por primera vez en la historia, España se convirtió en el mayor productor de vino del mundo. Una cosecha extremadamente abundante -especialmente en La Mancha- y las producciones reducidas en Francia e Italia, sus rivales más cercanos en la principal liga del vino, fueron los principales factores detrás de esta oleada. Muchos dirían que el clima agradable y soleado de España hace muchas cosechas confortables del sillón, pero a mi mente eso es una visión bastante simplista de un país que todavía se jacta la superficie más grande del viñedo en el mundo.
Muy pocas regiones escapan del cliché de las estaciones de cultivo secas y seguras. Tome Ribera del Duero por ejemplo, donde los ciclos vegetativos son cortos y los productores pueden tener que lidiar con las heladas tanto en mayo como en septiembre. En el extremo noroeste, y este es el país del Albariño, la precipitación media anual es de 1.600 mm, mucho más alta que en Champagne o el Mosela. Bajo estas condiciones húmedas, el oidio es una amenaza constante para los viticultores gallegos y las cosechas deben ser completadas antes de que las altas presiones de las Azores den paso a las tormentas atlánticas y un repentino final al verano. Además, la maduración de la uva puede ser un trabajo bastante desafiante en las zonas más septentrionales de Navarra, Rioja, León o Cataluña.
En el otro extremo de la escala, el calor no siempre es bienvenido, especialmente cuando supera los 40ºC. Tal clima es bastante común en grandes zonas de la mitad más seca del sur de España como La Mancha, Córdoba, Extremadura y Levante (Alicante, Jumilla …). En Cataluña, las vides sedientas del Priorat (300 mm pueden ser toda la lluvia que reciben en un año) tienen que cavar sus raíces muy profundas en busca de agua y nutrientes. Aquí, la combinación de viñas viejas, los suelos pobres del esquisto y las condiciones extremas del clima dan lugar a los rojos concentrados, alcohólicos pero muy distintivos. Sin embargo, las poderosas bombas altamente extraídas que prosperaron en la década de 1990 están dando paso a un estilo más aromático y equilibrado con taninos más suaves y un buen carácter mediterráneo.
La mayoría de los viticultores conscientes de la calidad están particularmente preocupados por lograr el equilibrio en sus vinos. En España, eso requiere una perfecta integración alcohólica y busca frescura en zonas calientes y secas. Las técnicas de elaboración del vino incluyen fermentaciones de racimo entero, mezclándose con uvas cosechadas temprano, o utilizando tipos específicos de levaduras dirigidas a reducir los niveles de alcohol. La introducción de variedades de uva con ciclos más largos también ha tenido éxito en las regiones calientes, aunque los productores rara vez revelan sus nombres, la mayoría de estas variedades no están autorizadas por los consejos reguladores locales o sólo pueden ser cultivadas experimentalmente. Tome el Graciano de Rioja. Se mueve hacia el sur, donde madura muy bien y puede agregar acidez y notas herbáceas animadas a muchos vinos jammy caliente. Más al sur, los portugueses Trincadeira y Touriga Nacional son los secretos mejor guardados detrás de los rojos más excitantes de Extremadura.
Por otra parte, España es un país montañoso, con una vasta meseta que cubre una gran área en el centro, por lo que la altitud puede ser un factor de calidad crucial. La plantación a mayor altitud asegura una mayor maduración, aportando frescura y equilibrio. Algunos de los vinos más excitantes lanzados en la última década provienen de los viñedos de altura situados en Bierzo, en las faldas del Moncayo en Aragón o en las sierras de Gredos (Madrid, Ávila, Toledo) y Montsant (Tarragona).
En general, España puede ser la tierra del sol, pero cuando se trata de vino, la diversidad puede ser realmente llamativo. Creo firmemente que el país puede ofrecer vinos para igualar casi todos los paladares. ¿Dónde debe buscar para encontrar los que mejor se adapte a su gusto? He intentado dibujar un mapa mental que divide las principales regiones vitícolas de España -no necesariamente las denominaciones- por estilo y tipo de vino. Espero que este esquema altamente personal y bastante general se puede utilizar como una guía práctica para enfrentar los estantes de su tienda de vinos local de una manera más relajada. Descargar el mapa completo de las regiones vinícolas españolas compilado por vinos de España definitivamente ayudará a los lectores a localizar cada región con precisión.
Éxitos de taquilla
Rojos profundamente coloreados, altamente estructurados, de alto alcohol, con algunos buenos ejemplos de finura. Estos son los que me gusta llamar los poderosos tres e incluyen: Ribera del Duero y sus alrededores; Toro, cuyos vinos suelen ser más pesados pero con texturas voluptuosas mientras el alcohol esté bien integrado; Y Priorat en Cataluña. Me gustaría añadir la aparentemente poco glamurosa región de Almansa (Castilla La Mancha), porque los aficionados a vinos potentes amarán la fuerza natural de las viejas cepas de Garnacha Tintorera. Por su cuenta, Tintorera es una verdadera bestia!
Finura
Rioja sigue siendo el lugar a donde ir para vinos tintos finos, capaces de envejecer y lleno de complejidad y matices. Desde las históricas Gran Reservas, que están de nuevo en el centro de atención, a nuevas y recientes empresas explorando terroirs específicos en la denominación. La única región que podría competir por este honor, aunque sea más ilusorio que real, es Navarra, en particular, sus áreas central y septentrional.
Mundo mediterráneo
Hay algo más mágico en la forma en que la mayoría de los buenos productores en esta área son capaces de combinar la fruta completamente madura con frescura. Sucede con Monastrell en Alicante, Yecla y Jumilla; Y con Garnacha (a menudo acompañado por Carignan) en Cataluña. Un carácter de matorral mediterráneo (piñones, romero y / o tomillo) consigue contrarrestar el contenido relativamente alto de alcohol. Muchas uvas internacionales cultivadas en la zona también puede ser infundido por esta característica agradable siempre que los rendimientos se mantienen bajo control. Los rojos del Priorat que presentan un sutil estilo aromático deberían ser definitivamente incluidos en este grupo.
El Nuevo Mundo de España
Esta categoría incluye las regiones de uva internacional: Penedès en Cataluña, Somontano en Aragón, Navarra y algunas empresas específicas en Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura o Andalucía. Mientras que tal acercamiento no puede parecer muy atractivo en una época en que las uvas locales están prosperando, demostró ciertamente su eficacia en la elaboración de los vinos de calidad en los años 90. Sin embargo, vale la pena vigilarlos, ya que algunas de estas regiones también han empezado a trabajar con uvas locales (Xarel.lo y Sumoll en Penedès, Garnacha en Somontano) o refinando sus mezclas, como es el caso de Navarra.
Usted dice Grenache, digo Garnacha
Solía ser la uva roja más extensamente plantada y ahora ocupa el cuarto lugar, pero nunca ha habido tantos Garnachas emocionantes en el país como hay ahora mismo. Los estilos pueden variar significativamente de una región a otra: potente en Aragón (Campo de Borja, Calatayud, Cariñena), más fresco y de cuerpo medio en Navarra (aunque la mayoría de las uvas se utilizan para hacer rosados) y más ricas en Méntrida. Las Garnachas de Gredos (parte de Méntrida, inos de Madrid, Cebreros) son tan minuciosamente minerales que prefiero situarlas en la categoría siguiente.
Sabores nuevos y emocionantes
Esto es el resultado de una mejor comprensión de uvas y terroirs locales. Una nueva generación de jóvenes y valientes enólogos y vignerons están sacudiendo los viñedos españoles. La recuperación de antiguas parcelas plantadas con viñas autóctonas ha llevado a un nuevo y suave enfoque borgoñón en la bodega. De hecho, Pinot Noir parece tener más en común con la delicadeza natural de muchas variedades patrimonio que el estilo de extracto-como-lo-que-se-puede impuesto por regiones dominadas por Tempranillo. Busque estos nuevos vinos en regiones vitivinícolas como Canarias, Baleares, Gredos, Ribeira Sacra, Bierzo, Sierra de Salamanca, Tierra de León. La mala noticia es que la mayoría de ellos se hacen en pequeñas cantidades, dependiendo del tamaño de los viñedos que vienen.
Especialistas blancos
Dirigidos por el fuerte carácter de Albariño y Verdejo, y gracias a una demanda cada vez mayor de los mercados internacionales, los vinos blancos españoles han florecido en la última década. La mayoría de las áreas blancas de cultivo en España están estrechamente relacionadas con una sola variedad de uva cuyo nombre he incluido entre paréntesis. Rueda (Verdejo) en Castilla y León; Rías Baixas (Albariño), Valdeorras (Godello) y Ribeiro (Treixadura) en Galicia; Txakoli (Hondarrabi zuri) en el País Vasco; Terra Alta (Garnacha Blanca) en Cataluña; Albillo en diferentes zonas de Castilla, y los mejores blancos de Rioja (principalmente Viura con pequeños porcentajes de Malvasía y Garnacha Blanca) que ofrecen una creciente diversidad de estilos y no deben despreciarse.
Cantidad sobre calidad
Esto es tristemente cierto para muchos productores de la gran región de Castilla-La Mancha que abarca diferentes denominaciones (La Mancha, Valdepeñas, Mondéjar, Manchuela, Uclés, Ribera del Júcar y Almansa) y en Extremadura. Sin embargo, usted será capaz de encontrar muchas excepciones a esta regla, ya que algunos vinicultores muy respetados se basan en estas áreas.
Jerez
Esta región histórica en el sur de Andalucía, junto con Montilla-Moriles de Córdoba, debe tener una sección propia. Sus vinos son únicos y tradicionales: Fino, Manzanilla (sólo en el mar, en Sanlúcar de Barrameda), Palo Cortado, Amontillado y Oloroso.
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